jueves, 29 de agosto de 2013

CORO DE MESA



    No voy a contar otra vez lo mucho que me gustan las reuniones de amigos que además implican comida, que me estoy haciendo muy pesada con este tema. A las pruebas me remito: el pasado martes el CORO DE MESA, apéndice del Coro de Alhama nos reunimos en mi terraza. Tampoco puedo decir que lo organizara yo, Pedro y Huertas trabajaron un montón para que diéramos cuenta de una opípara cena.



 
  Desde aquí quiero agradecer a Pedro y Huertas su esfuerzo por darnos una comida diez: un cóctel de marisco (¿llevaba aguacate Pedro?),  un gazpacho de sandía, un descubrimiento para mí, solomillo a la miel, no hace falta que diga más, y, además, de postre un pastel de queso, también para mi novedoso. Por supuesto, todo ello buenísimo.




     
  Aquí dos hombres trabajando en mi minúscula cocina....!madre mía!, cuando me he visto yo en otra: Andrés preparando el picoteo - el cual consistió en un poco de queso Parmesano y Gouda añejo, que resultaron ser los preferidos de Carolina, mojama con almendras, una pelea de Pedro con el cuchillo para partirlo, y berberechos y mejillones, todo el aperitivo aportación de Luser, y que todo el mundo coincidió con que estaban especiales- y Pedro, preparando el solomillo. Todo ello regado con vino tinto, aportación de Juan Alfonso y Carolina y las copas finales que fueron aportación de Andrés-. Tengo que decir que los muchachos aguantaron muy bien las temperaturas saharianas de la cocina... el horno a 200 grados más de una hora es lo que tiene...

 
    Mi aportación al evento fue el sitio, el menaje y unas patatas al horno que resultaron un poco pasadas,... pues como siempre nos liamos en los aperitivos y en las charlas y se hicieron las mil para cenar el plato principal (bueno y el fiasco de la noche: una ajonesa a la que no le puse sal....- no coments-), ah, y un cubo tamaño industrial lleno de quintos y hielo...


  Del cóctel de marisco poco puedo decir, excepto que me encantó y del que sospecho llevaba aguacate, además de las gambas, la lechuga, el surimi y la mahonesa, y del gazpacho de sandía, nos comentaron que era igual que el gazpacho normal, sólo que el tomate era sustituido por sandía. Como acompañante del estupendo gazpacho unos piñones fritos..., los que leéis esto asiduamente sabréis de mi fijación por los piñones..... 

  En cuanto a la receta de la carne no tengo las cantidades exactas, pero lo explico, pues Pedro los preparó en casa, mientras los demás dábamos cuenta del aperitivo... en primer lugar salpimentó los solomillos y los marcó en la sartén a fuego vivo durante unos minutos... Como controla los tiempos, preguntó primero cómo nos gustaba la carne si hecha o no..Cuando los tuvo hechos, los apartó en una fuente. En la misma sartén de hacer la carne, hizo la salsa: desglasó la sartén con cerveza negra (en este caso una Guiness), y le añadió miel y azúcar moreno. Dejó que se redujera la salsa y finalmente, partió los solomillos con el desastre de cuchillo que tengo y sirvió la salsa reducida en salsera.


  Sólo tengo testimonio gráfico de los dos solomillos en proceso de freírse:


    Además de lo que os cuento tuvieron el detalle de regalarme un juego de copitas en el que sirvieron el gazpacho... Lo nunca visto: organizar una cena, no cocinar y, encima, con un regalo. Mirad qué bonita:


  Y luego el postre, muy suave y rico: un pastel de queso, según Huertas bastante fácil de preparar: media docena de huevos, una tarrina normal de queso crema, tipo Philadelphia, una lata pequeña de leche condensada, la misma cantidad de agua. Se baten bien todos los ingredientes y se vuelca en una fuente, previamente bañada en caramelo. Una media hora al baño maría en el horno a la temperatura de 180 grados (del tiempo no me acuerdo bien, pero tan fácil como probar con un cuchillo si está cuajado o no y aumentar unos minutos más). Se debe servir frío y desmoldado en la mejor fuente que tengas. Ummmmm, riquísima...


Unas fotos de la espera...



   !Gracias a todos por venir!

 

  



No hay comentarios:

Publicar un comentario