PAN FRITO CON CREMA DE CALABACÍN

          Normalmente titulo las entradas antes de comenzar a escribir, y esto suelo hacerlo de un tirón, aunque luego me relea y encuentre expresiones incorrectas o que simplemente no me gustan, y lo modifique, para que no me haga daño a los ojos al tiempo de haberlos publicado. Pero al terminar de escribir la receta, me he dado cuenta que a mí lo que me gusta es comer pan frito, acompañado, por aquello de la conciencia, de una crema de verduras, en este caso, de calabacín, así que he cambiado el nombre de la receta, para ser honesta con la realidad.

         Como freír pan no tiene ningún misterio, publico mi crema de calabacín, que tan sólo está en el escalón siguiente en la dificultad de elaboración. Así que vamos con ello.
  

 

  Decididamente, esto no es Invernalia. El calor sigue estando presente, con temperaturas de treinta grados en las horas centrales del día, aunque de noche ya se nota una bajada de las temperaturas. Y con ellas la preferencia por platos de cuchara. Esta crema es muy popular y fácil de preparar, de hecho es de las pocas cosas que hago de noche, cuando llego a casa, pues en veinte minutos tengo la posibilidad de cenar sano, ligero (si obviamos el pan frito) y de tener reservas para otras ocasiones.

    INGREDIENTES

 

       3 calabacines medianos

    

       1 cebolla mediana

       2 patatas pequeñas

       3  quesitos (queso fundido en porciones)

      

       aceite, sal, pimienta, agua

       Muy recomendable, aunque ésta no lleva, un puerro.

     Para acompañar y por lo tanto opcional: pan frito, croûton, curruscos, cangingos (esta palabra la he sacado del manual Las claves de la Cocina, de Rosa Tovar, donde tiene una receta de tortilla con cangingos, si buscáis por internet, el significado no tiene nada que ver) o tostones...  que todos son lo mismo.

      Para despistados: pan duro, cortado a cuadraditos, y frito en aceite de oliva bien caliente. Se reservan en un plato con papel absorbente, para quitar el exceso de grasa.

   PREPARACIÓN

    Calentamos el aceite en la olla donde vayamos a cocer las verduras y freímos en él la cebolla picada.

  Una vez doradita, añadimos la patata y el calabacín, ambos cortados a rodajas gruesas, y dejando del calabacín un poco de piel, para conseguir el verde tan bonito una vez triturada, salpimentamos al gusto:

   Unas vueltas, y enseguida añadimos agua (o caldo de verduras), hasta casi cubrirlo todo.

 

    Tapamos la olla, para este tipo de crema utilizo una olla a presión, y en ocho o diez minutos la tengo lista, en olla tradicional, unos veinte o veinticinco minutos.

    Añadimos en este momento los quesitos, reservando algo del caldo de cocción para poder regular el espesor de la crema, y lo batimos todo tal y como tengamos costumbre, yo  a veces directamente, con la batidora de mano en la olla, y otras, utilizando mi batidora favorita:

 

  Y listo:

!Buen provecho!

   Preguntas, alternativas, posibilidades

  -  Probad a  condimentar la crema con alguna especie que nos guste: nuez moscada, curry, ...

  - En lugar de agua simple, una manera de darle un sabor, es utilizar caldo de verduras, aunque no soy nada partidaria de las pastillas de caldo concentrado comercializadas, no las he utilizado jamás, ¿y quién tiene lugar en su cocina para guardar el agua de cocción de otras verduras?

-  El puerro no lo he utilizado porque no tenía en ese momento, pero prometo que le da un toque muy bueno.

   - Absolutamente prohibido utilizar el pan que a estos efectos están comercializados: tradicionales, con sabor a ajo y perejil, o lo que se le haya ocurrido al director de proyecto de turno. Con lo sencillo y sano que es hacerlos en casa... ¿quién no tiene un poco de pan duro de dos días en la despensa?. Una alternativa menos calórica, pan tostado en lugar de frito (ya hablé de ello aquí)

   - Se me ha ocurrido teclear "crema de calabacin" y han salido 388.000 resultados en 0,18 segundos en san google... una más no va a hacer daño a nadie,...¿no?, ahí tenéis todas las posibilidades del mundo.

   - Y después de todo, ¿cómo no va a estar buena la crema servida en esta taza tan mona?